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Que un spot de 30 segundos llegue a 188 millones de personas en todo el mundo y que además un...

31 enero 2019

Que un spot de 30 segundos llegue a 188 millones de personas en todo el mundo y que además un 24% del público no lo vea como un anuncio es el sueño de toda marca en su estrategia de publicidad. Exactamente esto es lo que sucederá este domingo 3 de febrero en el “Super Bowl” de la NFL.

Para ponernos en contexto, el Super Bowl es el evento final de la Federación Americana de Fútbol un evento que reúne anualmente a familiares y amigos frente a la televisión durante 3 horas, para lo cual cada familia gasta un promedio de 81,17 dólares entre comida y bebidas, una cifra que aumenta hasta los 118,43 dólares entre los Millennials, quienes están dispuestos a gastar más dinero para disfrutar del evento deportivo, pero sobre todo para ver el medio tiempo en el que durante 15 minutos se presenta el artista del año con una actuación de magnitudes increíbles.

Aunque la mayoría no conocemos bien el deporte ¿por qué nos sentimos atraídos por el evento?, La respuesta es la espectacularización, un arma de marketing que ha hecho que el abanico del público objetivo del evento se diversifique y llegue a perfiles que no estarían interesados en el evento de no ser por la relevancia del espectáculo en el medio tiempo. Perfiles tan amplios y diversos que son perfectos para aquellas marcas que buscan notoriedad y reconocimiento a gran escala.

Aquellas empresas dispuestas a promocionarse en el espacio televisivo del Super Bowl destinan un 10% de su presupuesto de marketing en ello, además de un 5% en acciones en el punto de venta, puesto que son conscientes de la sinergia que debe haber entre esfuerzos de comunicación a gran escala y en el canal offline.

En España, cada año son más quienes sintonizan el Super Bowl al mismo tiempo que en Estados Unidos también aumentan los seguidores de La copa del Rey, un evento que cada año se hace más famoso atrayendo a grandes inversores en marketing y publicidad de medios.

Anualmente 13 millones de personas sintonizan la gran final española y se alcanza un 48,2% de cuota de pantalla solo en España, para lo cual los espectadores se abastecen con bebidas y comestibles de todo tipo, llegando a gastar una media de 70€ por encuentro deportivo.

 

La copa del Rey es un producto con muchas posibilidades para las marcas que buscan reconocimiento a gran escala que, junto a un esfuerzo en generar acciones en el punto de venta como implantaciones de stands e islas promocionales, merchandising, sampling, y azafatas, refuerzan la presencia de la marca con el evento y se asocian a este como primera opción de compra.

Para crear la sinergia entre los canales offline y los anuncios a gran escala es necesario convertir el mensaje en una experiencia para el usuario en los puntos de venta. Las marcas deben hacer sentir al cliente que, aunque personalmente no asista, tiene la opción de experimentarlo desde casa, generando así un buen recuerdo que influencie positivamente su imagen acerca de la marca y genere engagement.